Capítulo Dos – diez años difíciles

Yo desde que tengo memoria me acuerdo de cuando iba al jardín a la primaria. Ahora que estoy en cuarto y con diez años de juventud, mi vida cambió ¡por completo! A los nueve nació un solcito (por lo menos antes sí lo era) y lo que pasó fue que la mujer decía: - me duele la panza – y yo desde mi pieza decía:- y si tenés diarrea…andá que te vea Dr. House -.
Y después me dormí, hasta que mi padre me dijo con una cara de dejáme de joder: - nos vamos al médico -.
Y yo casi le digo “¿¡a esta hora!?…alas 02:00 de la mañana” ya le tenía que decir algo pero como es el jefe de la tribu le contesté: - vayan tranquilos yo me quedo - pero cuando se fueron y salí de la cama había un papelito que decía: “Juli nos fuimos al medico” y me dije: - la verdad no entiendo…por que si yo me levanté, lo veo! pero me levantaron y ya había un papel.
Después de dos horas sin dormir llamé a mi padre y le dije: - Pa, estoy viendo Hanna Montana y no me puedo dormir -.
- Bueno, aguantáme que ya voy -.
Yo esperé y vino, después nos pusimos a ordenar y al llegar al médico, ya se la llevaban a la madre.

Acá estoy en el sanatorio esperando la llegada de mi hermana

Después aparecieron mis abuelos, que vinieron a las 06:00 (más o menos) mi abuelo saludó a mi padre, me toco la cabeza y se fue pa’ dentro, y mi abuela me dio besitos…y me dije: - ¿mi abuelo es así de rápido? -.

Después de caminar por el pasillo apareció un llantito, al que llamamos Emma, y después todo felicidad y bla bla bla, ahora que tiene un año la llamamos “Pesadilla”, y así, el segundo capítulo de Julieta.
Fin…